El debate Sarkozy - Hollande: No hay vencedor entonces hay un perdedor
Sarkozy tenía en mano dos objetivos: Demostrar que su oponente estaba un hombre débil, sin poder de decisión, blando y segundo objetivo demostrar al publico que el seria el presidente de la ruptura, con nuevas ideas para salir el país de la crisis.
Sarkozy ha intentado ser muy ofensivo al inicio pero ha sido sorprendido por la reactividad de Hollande, por esto Nicolas Sarkozy ha parecido a lo largo del debate más agresivo, mientras François Hollande ha conseguido poner encima de la mesa, los resultados y la evaluación de los cinco años de mandato de presidente saliente.
Nicolas Sarkozy no ha podido de-estabilizar François Hollande que se ha impuesto, en una actitud “Mitterrandiana”, como presidente creíble.
La tenacidad de François Hollande
Es un excelente polemista, se sabía, y había mostrado ya en las emisiones de la campaña, además tiene un muy buen conocimiento de los asuntos. Cuando no responde a las cuestiones, es por habilidad, no por incompetencia. En realidad, en este tipo de duelo, cada uno acampa sobre sus posiciones y el espectador sale siempre convencido por el candidato que ha elegido. Pero es el estilo que se observa, la personalidad: se ha visto que François Hollande tenía menos seguridad pero no menos consistencia. Estaba físicamente en el papel del favorito: menos agresivo, más educado. Cuanto más el tiempo pasaba, tanto más Nicolas Sarkozy se irritaba. Sentía que la situación le escapaba. Y tenía razón.
François Hollande ha conseguido esquivar los ataques
François Hollande también ha tenido algunas buenas secuencias (sobre todo sobre su visión de la presidencia). Sobre todo, ha conseguido atrapar Nicolas Sarkozy obligándolo sin descanso a justificar su balance, en un alegato que no podía convencer - porque una mayoría de franceses conocen dificultades. El resultado, es que Nicolas Sarkozy se ha encontrado a la defensiva mientras que debía ser ofensivo. Que no ha podido insistir como lo quería, seguramente, sobre su argumentación específica hacia los electores de Le Pen. Y que no ha conseguido "desalojar" François Hollande, como se lo había prometido, sobre la parte más sensible: las medidas de economía para reducir la deuda. Hollande se ha apañado para no responder nunca a esta cuestión.
Sarkozy: «¡Es una calumnia! ¡Una mentira!»
En sus reuniones, Nicolas Sarkozy no ha parado acusar François Hollande de «mentiroso». Ha repetido este reproche, a lo largo del debate. «¡Está siempre contento de Usted! Los franceses lo son menos», ha ironizado Hollande. «¡Es una mentira»!, se defiende Sarkozy. El candidato Hollande prosigue: «¡Por tanto, está descontento con Usted, me he debido equivocar!» «Señor Hollande, no es el concurso de la pequeña broma», ha contestado al presidente, que, más tarde, ha irritado verse reprochar que les haya hecho «regalos a los ricos». «¡Es una calumnia, una mentira!», se indigno. Hollande ríe, antes de atacar: «Añade ahora la calumnia a la mentira... No es capaz de mantener un razonamiento sin ser desagradable (...) ¿y dice que es un presidente agrupador?».
En la idea de los franceses para el puesto de presidente de la república, el hecho de ser el presidente de todos, por encima de los partidos políticos; un presidente agrupador y distante de los combates de clanes contra otros clanes, sin duda.
François Hollande ha demostrado ser capaz de ser un bueno Presidente de la República.
Al contrario Nicolas Sarkozy que no tenia que demostrar su capacidad al puesto, debido que es el presidente saliente, debía derrotar por KO su opinante, no lo ha conseguido, entonces François Hollande será el próximo Presidente de la República Francesa, es mi análisis, mi deseo y mi voto del próximo domingo.
Los socialistas franceses saben mucho de economía, al contrario de los socialistas españoles; entonces la probabilidad que pasara con los socialistas franceses lo que paso con los socialistas españoles en casi nula.