Ayer, al final de la tarde estuve paseando cerca del Molino, el la avenida Paralelo, cuando, en la esquina de una pequeña calle, he visto un grupo de encapuchados, caras tapadas, bastante nerviosos. He pensado enseguida a un grupo de estos anti-sistemas hasta observar que algunos (no todos como dice en articulo publicado hoy en Lavanguardia) llevaban un discreto brazalete marcado Mossos d’Esquadra. Tal y como se puede observar en el articulo de Lavanguardia Los Mossos ensayan el blindaje para la reunión del BCE en Barcelona
Pasamos con tranquilidad, a pesar de las miradas agresivas, 20 metros después, oigo un grito “STOP” y he visto saltar delante de mis ojos, como una tortuga Ninja, un de estos individuos que enseguida me cacheo y después se fui sin decir nada, ni siquiera disculparse de la molestia.Mi primer reflejo, tras este control tan agresivo, fui de verificar si mi cartera esta presente en mi bolsillo, tenia duda frente a esta agresión sobre la realidad policial de este individuo, he resentido al momento este comportamiento poco digno de un estado de derecho.Tras este evento, me han surgido varias reflexiones que quiero compartir con mis lectores:
- Se debería informar a estos policías que un ciudadano que pasea tranquilamente en la calle, no es a priori delincuente y tampoco sospechoso de ser lo, si su único “crimen” es pasear con tranquilidad.
- Las autoridades quieren prohibir a los manifestantes taparse la cara, en un estado de derecho, la policía deben ser la primera a mostrar el respeto de las leyes.
- Si la policía no se diferencia, tanto por los vestidos que por las actitudes agresivas, de los delincuentes: ¿como el ciudadano de la calle puede diferenciar un policía de un delincuente? (La misión de la policía es garantir la seguridad y no crear un sentimiento de inseguridad).
- En Europa, somos la civilización de la cara descubierta, por eso utilizamos la expresión “dar la cara”, creo que un policía que decide arrestar (que sea por un minuto) un ciudadano que no ha comedido ningún delito, debe presentar la cara y elementos de identificación, es mi concepción de la policía en un estado de derecho. Para evitar precisamente los comportamiento agresivos y prepotentes que he vivido ayer.
- La policía tiene poder de prohibir una manifestación o bien prohibir pasear en unas calles, si no lo hace, se debe respetar el derecho de libre circulación y si se controla alguien se debe utilizar un tono y modalidad respetuosa, conforme a los derechos humanos.
Prefiero no pensar es una forma de intimidación premeditada para impedir la participación a una manifestación del primer de mayo, en efecto no iba a participar iba simplemente a tomar un café con un amigo, o bien que los anti-sistemas son en realidad policías de paisanos…
Tengo 55 años, cabellos blancos y cortos, vestido correctamente sin capucha, entonces yo, al contrario de mi agresor, no parezco de nada a un anti-sistema.
Mas allá de este evento, creo que seria útil abrir algunos debates:
- ¿A que sirve una policía autonómica si no se comporta diferentemente de una policía franquista?
¿No es posible que sean bien educado y respetuoso del derecho? - ¿La visita de estos banqueros de la BCE supone, a pesar de los recortes que ellos imponen también un recorte de las libertades individuales?
En efectos estos señores, fieles siervos de los mercados financieros que han puesto los intereses de unos pocos encima de la democracia europea, que tienen una responsabilidad tremenda en la crisis y su gestión, que piden recortar los derechos sociales de todos los trabajadores de Europa sin recortar sus propios sueldos y ventajas, para mi, no son bienvenidos por todos los efectos colaterales que vamos a sufrir.
Tras exigir muchos recortes a España, vienen hacer un turismo administrativo lujoso, a cuenta de las finanzas del estado español y de la generalidad, la primera muestra de respeto a los esfuerzos que están pidiendo a los ciudadanos seria de quedarse en sus oficinas y no hacer muestra de su prepotencia y modo de vida de lujo a cuenta de los más pobres.
¡Sin vergüenzas!
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